viernes, 6 de junio de 2014

EGIPTO
Ante todo es preciso recordar, que Egipto es un país integrado social, económico  y políticamente entorno al Nilo. El río mediante sus periódicas inundaciones, convierten en fértiles las tierras que lo rodean  hasta hacerle dar dos o tres cosechas, este fenómeno solo se puede lograre mediante un duro trabajo del pueblo Egipcio mediante el cual construyen represas, canales, diques y otras grandes obras para lograr utilizar el agua de forma adecuada. Por esta razón podemos definir a Egipto como una “sociedad Hidráulica”.

Cada agricultor, cada comunidad aldeana, eran por si sola incapaces de llevar adelante obras de tal envergadura, les era necesario integrarse en una unidad superior, capaz de tomar a su cargo los servicios hidráulicos comunes. De esta manera surge como una necesidad la unión de los egipcios y la creación de un Estado que controlo y tome bajo su cargo las obras, el cultivo y la distribución de lo cosechado.

Dentro de la unidad del Nilo, Egipto se divide en dos tierras o países bien distintos: el alto Egipto (el sur) y el Bajo Egipto (el Norte), donde el Río se abre en 7 brazos y por lo tanto fertiliza una zona más amplia de tierra.
De la unificación de ambos países bajo un gobierno central y una autoridad común, nace la forma política que caracterizará a esta civilización: El Imperio reinado o dominad por un Faraón.                                                                                                          Así pues si bien unidos por el Nilo y por una organización política, hubo siempre dos países o tierras distintas, razón por la cual los Egipcios llaman a su país “las dos tierras.

Esta dualidad también se manifiesta en el campo de la mitología, donde explican la primera unidad de Egipto luego de la lucha de dos dioses Osiris y Seth, uno representante del bien y el otro del mal.

MITO DE OSIRIS Y SETH

Osiris era el hijo primogénito del Padre Tierra y de la Madre Cielo. El joven dios hacía gala de un buen semblante y era mucho más alto que los seres humanos. Tomó por esposa a su hermana Isis, diosa de la Luna. Juntos enseñaron al pueblo de Egipto, a cómo utilizar los desbordes del Nilo para una prospera agricultura, a construir canales, diques y represas, la fabricación de utensilios agrícolas y la elaboración de pan, vino y cerveza. Isis enseñó a las mujeres a moler el maíz, hilar el lino y tejer el paño. Osiris edificó los primeros templos y esculpió las primeras imágenes divinas, enseñando de este modo a los seres humanos lo que eran los dioses. Le llamaban "El bueno" porque era enemigo de la violencia, y dio a conocer su voluntad únicamente por medio de la benevolencia. Además Según el mito fue el primero en unificar  las dos coronas del Nilo en un solo gobierno por medio de la paz y la benevolencia.

Osiris fue víctima de un complot por parte de su malvado hermano menor, Seth, que estaba celoso de su poder. Set era rudo y salvaje; había provocado su salida prematura del vientre de su madre y estaba determinado a gobernar el mundo en lugar de Osiris, según el mito era el dios de las tormentas de arena y de la infertilidad del desierto.
 Invitó a Osiris a un banquete y después lo asesinó, encerrando el cadáver en un arcón que después arrojó al Nilo.              

 Cuando Isis oyó la noticia de que Osiris había sido asesinado, quedó abrumada por el dolor. Isis que supo donde se encontraba el féretro con el cuerpo de su esposo sin demora, se puso en camino y  lo  regreso a Egipto. Pero Set, conociendo lo que se estaba tramando, fue en busca del arcón al pantano donde Isis lo había escondido, lo abrió y descuartizó el cadáver de su hermano en catorce pedazos, esparciéndolos después por todas partes.
Isis no se sintió desalentada. Buscó los preciados fragmentos de su esposo y los encontró todos.         Como bruja poderosa que era, la diosa reconstruyó entonces el cuerpo de Osiris uniendo todos los fragmentos. Después con la ayuda del dios Anubis, realizó los ritos de embalsamamiento para que el dios asesinado pudiera regresar a la vida eterna. Mientras éste dormía aguardando su renacimiento, Isis se  concibió al divino hijo Horus, quien al nacer fue comparado con un halcón cuyos ojos brillaban con la luz del Sol y la Luna.

Resucitado y liberado desde entonces de la amenaza de la muerte, Osiris podría haber  recuperado el gobierno del mundo. Pero se sintió entristecido por el poder del mal que había experimentado en la tierra y se retiró al inframundo, para dar la bienvenida en forma efusiva a las almas de los justos y reinar sobre los muertos.

Correspondió a Horus, el hijo de Osiris, tomar venganza del acto salvaje que había desembocado en la muerte y desmembramiento de su padre. Fue mordido por bestias salvajes, picado por escorpiones, quemado y padeció dolores de vientre; todo ello obra de Set. No obstante, creció con fortaleza, a pesar de todos estos sufrimientos, y Osiris se le aparecía con frecuencia y le daba instrucciones acerca del uso de las armas, con la intención de que estuviera pronto dispuesto a hacerle la guerra a Set, reclamar su herencia y vengar a su padre.

Cuando Horus llegó a la edad adulta, inició una prolongada guerra para derrotar a sus enemigos y logró destruir a muchos de ellos. Pero Set no podía ser vencido únicamente por la fuerza de las armas, debido a que era sumamente astuto. A fin de terminar con el inacabable derramamiento de sangre, los otros dioses convocaron un tribunal y llamaron ante ellos a los dos adversarios. Set alegó que Horus era ilegítimo, concebido después de que Osiris había sido asesinado; pero Horus demostró con éxito la legitimidad de su nacimiento. Los dioses condenaron al usurpador, restauraron la herencia de Horus y lo nombraron gobernante de Egipto.
Horus reinó de forma pacífica sobre el cielo y la tierra, y, junto con su padre y su madre, fue adorado por todo el territorio, unifica nuevamente el gobierno de Egipto.

ORGANIZACIÓN POLÍTICA Y SOCIEDAD EGIPCIA

La organización política de Egipto, después de la unificación de las dos tierras, fue la de un Estado Centralizado dirigido por El Faraón. El poder del Faraón era de Origen divino, desde la unificación el poder del Faraón era considerado de origen divino, se creía que era la encarnación viva del dios sol llamado Ra. A este tipo de gobierno se le llama teocracia, ya que se considera que los poderes que tiene el gobernante es un don o fueron dados por los dioses y por ende nada ni nadie puede contradecir sus mandatos por que al hacerlo se está contradiciendo la voluntad de los Dioses. Al comienzo de su mandato se organizaban fiestas que reconocían su poder divino. Era el dueño de toda la tierra y hacia todas las Leyes para regularizar la vida y el trabajo de los egipcios.
Su función era garantizar el equilibrio del mundo y se creía que el intervenía ante los Dioses para garantizar la crecida del Nilo.

La capital del Imperio (Menfis primero y Tebas Después) era la sede de la administración y el lugar donde residía el Faraón, los principales sacerdotes y los funcionarios más importantes. El territorio estaba dividido en circunscripciones administradas por un jefe local. Los funcionarios del Faraón estaban organizados jerárquicamente, el más importante llamado Visir, controlaba las obras públicas, las finanzas, los archivos, las aduanas, nombraba a los funcionarios que hacían cumplir las leyes y que cobraban los impuestos.

Quienes rodeaban Faraón ocupaban el lugar más importante de la sociedad. Eran los sacerdotes los funcionarios, los guerreros y los escribas. Los funcionarios y los escribas se encargaban del cobro de impuestos, dirigían la administración y controlaban la economía del reino; estaban sometidos a su vez al control de los sacerdotes. Desde que Egipto sufrió la invasión de pueblos como los hicsos, creció el número y la importancia de guerreros y soldados.
Los pobladores de Egipto debían pagar impuestos al  Estado, en aceite, en vino, en cosechas, en ropa o papiros. Todo era guardado en los depósitos del Faraón. Para controlar la producción de los campos los funcionarios medían los terrenos con un cordel y los escribas que los acompañaban anotaban en sus tablillas.

Los campesinos egipcios, también llamados fellah, después de la inundación del Nilo debían trabajar la tierra de forma obligatoria, luego venía el tiempo de la cosecha y el pago de impuestos, que podía significar hasta el 50% de la cosecha. Además de pagar  los impuestos que mantenían al Faraón, a los sacerdotes y a los funcionarios, el campesino egipcio debía trabajar en las canteras de piedras, en el mantenimiento de los canales y en la construcción de los templos y las tumbas. Los campesinos eran la gran mayoría de la población de Egipto.

Estos campesinos no eran esclavos, pero debían estos trabajos al faraón, la tierra era propiedad exclusiva del faraón.
También existían los esclavos, propiedad del Faraón, eran por lo general, prisioneros de Guerra y su número creció a partir del imperio nuevo, cuando se conquistaron nuevas tierras.
Los artesanos vivían mejor que  el campesino, sobre todos aquellos que hacían tareas especializadas, como los orfebres, los metalúrgicos y los pintores, que trabajaban para los sacerdotes y para el Faraón.
Los comerciantes, que se encargaban de los intercambios internos, lo hacían por trueque y se trasladaban por el río en botes de papiro o de madera. La navegación por el Nilo era muy importante, porque era la forma más rápida para trasladar piedras, productos y personas.

Durante el imperio nuevo el comercio exterior se convirtió en una actividad económica fundamental. Egipto no tenía madera de buena calidad y debía importarla, lo mismo que ciertos metales como el estaño, necesario para elaborar bronce pero abundaban los cereales para exportar. El comercio aportaba maderas, sustancias aromáticas y marfil.

De esta manera podemos ver que la sociedad Egipcia estaba dividida entre privilegiados y no privilegiados. Los gobernantes, con el Faraón a la cabeza, los sacerdotes cuyo privilegios venían de ser intermediarios entre los dioses y el pueblo y los funcionarios y guerreros, cuya labor era hacer funcionar  el Estado centralizado y defenderlo, vivían del trabajo de campesinos, artesanos y comerciantes, que debían pagar los impuestos tanto en cosechas como en trabajo, para que estas otras personas tuvieran sus necesidades resueltas y se dedicaran a estas actividades que eran consideradas importantes para la sociedad.

Se trata de una sociedad jerarquizada y estática ya que no existía la posibilidad del ascenso o descenso social.

 





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