martes, 6 de mayo de 2014

La revolución neolítica

LA REVOLUCIÓN NEOLÍTICA

En el transcurso del inmenso período del paleolítico, el hombre no introdujo cambios fundamentales en su actitud hacia la naturaleza, pero apenas terminó este período, la actitud del hombre hacia su medio sufrió cambios  radicales que tuvieron efectos revolucionarios para toda la especie humana.
En este momento el hombre ha empezado a controlar la naturaleza, o por lo menos lo ha ejercido su control cooperando con ella. La manera como el hombre ha ido haciendo efectivo este control es lenta y gradual, paso a paso y sus efectos se han ido acumulando, pero entre ellos podemos distinguir algunos que se destacan como revolucionarios.

La primer Revolución que transformo la economía humana fue la agricultura. Esta transformación dio al hombre el control sobre su propio abastecimiento de alimentos. El hombre comenzó a sembrar, a cultivar y a mejorar por selección algunas yerbas, raíces y arbustos comestibles.
Otro elemento que le permitió al hombre nos solo asegurarse el alimento sino también contar con materiales para sus vestimentas fue la domesticación de animales.

Los primeros cultivos que se llevaron a cabo son los del trigo y la cebada. Estos dos cereales ofrecen ventajas considerables: el alimento que producen es muy nutritivo, los granos se pueden almacenar con facilidad  y sobre todo el trabajo requerido para su cultivo no es demasiado absorbente.
La introducción de una economía productora de alimentos, afectó como una revolución a la curva de población. La comunidad de cazadores recolectores tenía limitaciones para aumentar su  población por la provisión de alimentos. Ningún esfuerzo humano podía aumentar la cantidad de alimento, en realidad  las mejoras técnicas o la intensificación de la caza,  llevaban  a la extinción de los recursos. El cultivo rompe de una vez con los limites así impuestos. Para aumentar las provisiones solo es necesario cultivar más y si hay más bocas para alimentar también hay más manos para trabajar. De esta manera al asegurarse y controlar el alimento, la población puede aumentar.

Si bien la agricultura fomento el sedentarismo, las formas originales de cultivo, las más primitivas generaban por sus métodos todavía un grado de nomadismo. Para los primeros Neolíticos, la agricultura significaba simplemente limpiar un campo bajo, escarbarlo con una asad precaria, sembrarlo y luego recoger la cosecha. La parcela no es barbechada ni abonada, pero se la vuelve a sembrar al año siguiente. Por supuesto el rendimiento de esta tierra declina notablemente después de un par de siembras. Luego se toma otra parcela y se realiza el mismo procedimiento, así hasta que agotas todas las tierras cercanas al poblado, cuando esto ha ocurrido, los habitantes se trasladan para comenzar de nuevo en otra parte. Esto genera que los hombres comiencen a quedarse más tiempo en un lugar, creando sus hogares (que no son más que  carpas de piel de animales y maderas) pero que también estén dispuestos a partir cuando sea necesario.
En  todos los establecimientos neolíticos se aplica lo que se conoce con el nombre de “economía mixta”, esto significa que además de cultivar cereales también criaban animales para emplearlos como alimento. Los animales que domesticaron fueron los vacunos, ovejas, cabras y cerdos.

Al igual que la agricultura, la domesticación de animales fue un proceso lento, paulatino y significó un aprendizaje para el Hombre. El neolítico se dio en una época de intensas sequía, los animales sedientos y hambrientos se encontraban en la búsqueda de alimentos. El hombre que ahora era, además de cazador, agricultor tenía para ofrecerle pasturas, agua, (ya que se establecían en las zonas  conocidas como oasis) y tenía los restos de cosecha en sus parcelas para que los animales se alimentes. Estos estarían demasiado débiles para huir y muy flacos para que valiera la pena matarlos. En lugar de esto el Hombre estudio sus hábitos ahuyento a los animales mayores que podían atacarlos  y  los animales comenzaron a no asustarse de la cercanía de los hombres.
El hombre comenzó a darse cuenta de la importancia que tenían tener cerca a estos animales como reserva de comida que podían tomar con facilidad, encontrándose así  en vías de la domesticación
Pero esta domesticación requería de un proceso de selección por parte del hombre, los hombres comenzaron a sacrificar a los animales menos mansos y a criar a los más dóciles, favoreciendo que estos se reproduzcan y crezcan cerca del hombre. Comenzó a observar más detenidamente las necesidades de los animales, comenzando a entender sus necesidades de comida y bebida, aprendió a guiarlos a los sitios donde había agua y pastos apropiados. De esta manera un rebaño con el paso del tiempo se fue reproduciendo no solo domesticado sino dependiendo enteramente del hombre. En un principio los animales fueron considerados únicamente como fuente de reserva de comida, pero pronto el Hombre comenzó a darse cuenta que podía sacar otros recursos de estos animales como la leche y la lana, que les permite alimentarse y vestirse sin sacrificar al animal.

Del cultivo derivan dos actividades fundamentales para el hombre del Neolítico: la alfarería y un incipiente y rudimentario  intercambio.
El cultivo proporciona una oportunidad para la acumulación de sobrante. Una planta cultivable no debe ser consumida tan pronto se cosecha. Para poder almacenar estos granos fue necesario crear recipientes adecuados y de aquí se desarrolla la alfarería: El  hombre descubre la utilización de la cerámica, la nueva industria es revolucionaria para el pensamiento humano, es la primera vez que se utiliza una transformación química conscientemente. Cuando una masa de arcilla esta húmeda, es completamente plástica, ahora cuando se transforma en cerámica por medio de su exposición al calor, el material pierde flexibilidad, la masa se solidifica y puede conservar la forma deseada. La esencia de la alfarería es que se puede moldear la arcilla en cualquier forma y que esta forma adquiera permanencia, a su vez expuesta al fuego cambia de color y de textura. A los ojos del hombre del neolítico esta transformación debe de haberse presentado como algo mágico. Pero el hombre con su inteligencia aprendió a trabajarla y a utilizarla para sus necesidades.

Este sobrante de cereales también pudo servir a los pobladores del neolítico para intercambiarlo con otras aldeas o grupos. Dándose así los primeros intentos de comercio rudimentario por  medio del trueque.
Las comunidades del neolítico pueden autoabastecerse de forma autárquica, es decir, no dependen del intercambio para subsistir ya que producen ellas mismas todo lo que necesitan, pero esto no indica que vivan aisladas, al conducir sus rebaños a los pastos, al organizar partidas de cazas entre varias aldeas neolíticas, los intercambios fueron fluidos, no tanto a nivel comercial  sino a nivel cultural y esto favoreció el progreso humano, la trasmisión de las ideas en síntesis, la trasmisión de la cultura.
Desde el punto de vista de su instrumental, la novedad del neolítico fue la aplicación de la técnica del pulido. El hombre del neolítico tuvo que crear instrumentos para labranza, para cortar  madera que le permite hacer sus casas, crear sus instrumentos  para la agricultura etc. Para todo esto es fundamental la invención de las Hachas pulimentadas, que le permite mejorar notablemente su eficacia. El Hombre del Neolítico también creo la rueda, para transportar su cosecha.

Por todo lo expuesto es que consideramos que el Advenimiento de la agricultura y por ende del Neolítico fue una revolución, cambio totalmente la vida, la cultura, los vínculos y la economía del hombre de forma radical.
V. Gordon Child “Los orígenes de la Civilización”


2 comentarios:

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  2. Bajado e impreso los dos temas publicados el 6 de mayo, Gracias Profesor

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