La civilización de Creta
En la fértil isla de
Creta, ubicada en el centro de las rutas marítimas entre Asia, África y Europa
Oriental, surgió hacia el año 2.000 antes de Cristo la primera gran
civilización de Europa.
LOS PUEBLOS QUE LO HABITARON
Respecto al origen de
la civilización minoica desde el punto de vista etnológico es difícil adscribir
a los cretenses minoicos con algún pueblo conocido. Una de las tesis más
admitida es que son herederos directos de los habitantes neolíticos de la isla
(que llegarían a la misma hacia el 6000 a. C.) y que los pueblos no neolíticos
(indoeuropeos o no indoeuropeos) que pudieran haber llegado a la isla no se
impusieron, sino que se vieron absorbidos por la cultura cretense sin imponer.
Los primitivos habitantes de estas islas fueron los pelasgos (hombres
del mar), quienes desarrollaron una civilización que se conoce con el
nombre de minoica, debido a que sus reyes se llamaban minos. El
principal asiento de esta civilización fue la isla de Creta, que constituyó la
base de su poder. Hacia el año 3000 a.C. habían logrado alcanzar un nivel
cultural muy importante y organizado un verdadero imperio marítimo y comercial,
que se extendía a través de las islas y las costas del mar Egeo, y cuyo centro
fue la ciudad de Cnosos. Su apogeo perduró hasta el año 1400 a.C.
aproximadamente, época en que los arios irrumpieron en el Mediterráneo. Las
grandes ciudades que habían levantado, como Cnosos al Norte y Festos al Sur,
carentes de murallas que las protegieran, fueron incendiadas y quedaron en
ruinas. Durante dos siglos predominaron los aqueos, hasta que fueron
desalojados por los dorios.
LA
ECONOMÍA:
La economía estuvo basada en la explotación
de la tierra, que les brindó la provisión de los alimentos esenciales; y
fundamentalmente en la actividad mercantil y naviera, que les rindió
grandes ganancias y les permitió gozar de un elevado nivel de vida por la
importación de mercancías provenientes de todo el mundo conocido en aquel
entonces. Los cretenses establecieron factorías en las islas del Mar Egeo y en
Chipre, Italia y España.
La isla de Creta, en particular, está
recorrida, en sentido longitudinal, por una cadena montañosa y ofrece un amplio
litoral marítimo, apto en todo su perímetro para el establecimiento de puertos
ventajosos para la navegación. Su situación privilegiada la convirtió en el
primer nexo entre el Oriente y el Occidente
La civilización cretense se sustentaba en una
economía agrícola y ganadera. También eran hábiles navegantes y poseían
importantes flotas con las que
establecieron relaciones comerciales con otros pueblos. En los monumentos
egipcios se hallaron testimonios escritos de estos contactos. La intensidad de
su comercio los llevó a establecer un sistema de pesas y medidas y a
desarrollar un sistema de escritura con el que podían registrar las
transacciones comerciales.
El comercio
Los cretenses fueron grandes comerciantes. Intercambiaban sus coloridos tejidos
y sus utensilios de bronce por madera y lino, con Siria, Egipto, Chipre y el
resto de Grecia, donde fueron imponiendo la moda cretense, tanto en las ropas
como en las costumbres.
La talasocracia
A partir del reinado de Minos (año 2.000 antes de Cristo), los monarcas de Creta
fomentaron la navegación y construyeron una poderosa flota con la que dominaron
las rutas comerciales. Se dice que el propio Minos dirigió muchas expediciones
militares ocupando distintas regiones de Grecia, entre ellas la zona de Atenas,
sometiendo a su población y obligándola a pagar tributos. A este dominio lo
llamaron los griegos la talasocracia (el gobierno del mar).
La escritura
Seguramente como una necesidad de organizar su intenso comercio, los cretenses
desarrollaron la escritura. Escribían en tablitas de arcilla y en un principio
esta escritura fue llamada jeroglífica por el parecido con la egipcia. Con el
tiempo se volvió más simple y lineal, pero la mayoría de estas tablitas todavía
hoy no han podido ser descifradas.
EL GOBIERNO:
La autoridad superior era ejercida por los
reyes o
minos, que
concentraban en sus manos el poder político, militar y religioso. En el
ejercicio de sus funciones eran asesorados por un consejo de ancianos de
carácter consultivo. La isla de Creta estaba constituida por muchas ciudades
que fueron Cabeza de reinos autónomos. Creta no formó un Estado centralizado,
aunque Cnossos era su ciudad más importante. En cada uno de estos reinos, el
palacio era el centro político y económico. En el palacio se producía, se
organizaba la economía, se distribuía el alimento. Esto es lo que los
historiadores llaman Economía palacial.
CIUDADES
MINOICAS:
Los minoicos
construyeron varias
ciudades grandes unidas por caminos pavimentados; cada una de ellas era una
pequeña
ciudad-estado. En el centro de cada ciudad había un palacio con
suministro de agua, decoraciones, ventanas y asientos de piedra. Los artesanos
minoicos eran muy famosos como ceramistas y constructores. También crearon
hermosas piezas de joyería en oro y plata. La capital, Cnosos, tenía el mayor palacio, con espléndidos aposentos reales,
salas para ceremonias religiosas, talleres y una escuela. Las paredes
interiores del palacio estaban cubiertas de yeso y decoradas con magnificas
escenas pintadas.
Los palacios más importantes, como los
de
Cnosos, Festos y Hagia Tríada, fueron los centros de
gobierno de pequeñas ciudades—
estados que guerreaban entre sí para
asegurar su poderío. La sociedad y el Estado cretenses tuvieron muchas
similitudes con las civilizaciones del Cercano Oriente. Un rey poderoso,
rodeado por un grupo privilegiado de familiares y funcionarios, gobernaba el
Estado; y la población
estaba
compuesta en su mayoría por trabajadores libres que pagaban tributo, por
servidores y por algunos esclavos.
LA SOCIEDAD:
Los cretenses constituyeron un
pueblo pacífico, aficionado a la vida social y a la práctica de los deportes.
Cultivaron, por lo tanto, la música y la danza, interpretando en instrumentos
originales, como la cítara y la flauta, cuya invención se les atribuye.. La
mujer participaba a la par del hombre en estas actividades, aunque su
influencia predominaba en el seno del hogar. Además gozaba del privilegio poco
común del ejercicio del sacerdocio. La sociedad tenía características
típicamente matriarcales. También presentaba una fuerte especialización:
escribas, carpinteros, pastores, agricultores, armeros, escultores, lapidarios,
vidrieros, alfareros, orfebres, herreros, curtidores, tejedores, pintores.
Arquitectura
Los
habitantes de Creta construyeron monumentales palacios de varios pisos,
artísticamente pintados y decorados con frescos en las paredes que reflejan
escenas de la vida cotidiana. En la ciudad de Cnossos, que por aquel entonces
llegó a tener miles de habitantes, se construyó el más grande de los palacios.
Las habitaciones reales estaban en el primer piso junto a la sala del trono,
las inmensas bodegas y los talleres de los artesanos. Todo el edificio tenía un
excelente sistema de distribución de agua. Estos palacios no tenían
fortificaciones, lo que sugiere que fueron construidos en épocas de paz. Por otra parte contaban con las defensas
topográficas naturales que ofrecía la posición insular.
Fin de la
Creta Minoica
La avanzada civilización minoica tuvo un
misterioso y repentino final hacia el año 1450 a.C. Se cree que un
terremoto dañara el palacio de Cnosos hacia el 1700 a.C., fecha que marcó el
final de la fase antigua de la historia de Creta. Una dinastía nueva desarrolló
una civilización incluso más brillante.
El palacio se reconstruyó de forma más
elaborada; tenía una altura de tres o cuatro pisos y contenía muchas
habitaciones extensas y pasillos, y la sala del trono estaba decorada con mucho
lujo. Como se dijo antes, su apogeo perduró hasta el año 1400 a.C.
aproximadamente, época en que los aqueos irrumpieron en el Mediterráneo y
conquistaron la isla desde el continente.